Cuando Corea del Sur decidió crear su propio Mazinger Z sin tener ni el presupuesto ni demasiada idea, nació este disparate animado: un robot gigante que, como es coreano, en lugar de lanzar rayos o cohetes, reparte... ¡Patadas de taekwondo! Una copia tan ingenua como entusiasta que adapta torpemente los clichés del anime japonés al contexto local, con resultados tan surrealistas que parecen fruto de un arrebato de fervor nacional con rotuladores y muchas prisas.
Estrenada con gran éxito en los años 70 como un producto profundamente nacionalista, hoy se disfruta por motivos muy distintos. Su seriedad mal entendida, sus combates marciales sin sentido y su animación de feria convierten esta reliquia en un espectáculo tan ridículo como adorable que no se parece a nada... Excepto a Mazinger con cuernos y complejo de Bruce Lee.
No hay horarios para esta película en el cine seleccionado